Cuantas más mujeres pedaleen, más estaremos en igualdad
El ciclismo femenino está creciendo con fuerza, en un trayecto que no siempre es fácil. Somos testigos de este extraordinario cambio y le preguntamos a una periodista que, también atraída por el encanto de la bicicleta, nos describía el panorama internacional actual del ciclismo rosa.
Un par de años después de comprar mi primera bicicleta, decidí unirme a una asociación de ciclistas en mi zona. Estaba realmente emocionada por mejorar en el deporte del que me enamoré tan rápido, conocer gente nueva y ampliar mi círculo de amigos. Para intentar saciar mi sed de ciclismo, llego por primera vez al punto de encuentro del club, y lo hago directamente en bicicleta, también porque llevo mucho tiempo pedaleando. Pero cuando me uno al grupo noto de inmediato una situación que me impacta: soy parte de una minoría. El club que había comenzado a frecuentar era seguramente el más grande de la ciudad y, a pesar de ello, ese domingo y los siguientes yo era uno de las tres ciclistas presentes habitualmente, rodeada y rodeada por decenas de hombres.
Buscamos la igualdad de género
Por mucho que sigo esperando lo contrario, el ciclismo sigue siendo un deporte lejos de la igualdad de género en la práctica, y mi experiencia es solo un pequeño ejemplo. Los hombres dominan el campo del ciclismo profesional, e incluso entre los aficionados, la mayoría son hombres. Eso sí, no creo que sea algo negativo en general, pero esta situación puede hacer que las mujeres se sientan un poco excluidas de la práctica de la disciplina. Sin embargo, hay algunos signos de cambio. 2022 fue el año que marcó más cambios: fue importante para el ciclismo femenino, porque vimos el regreso del Tour de France Femmes, la inglesa Lizzy Deignan del Team Trek-Segafredo recibió el título de Miembro de la Orden del Imperio Británico (MBE) por el trabajo que ha hecho por las mujeres en el ciclismo, y me parece que el ciclismo femenino por fin ha llegado a su mejor momento. Pero no todo sucedió de repente, y eso no significa que no haya mucho trabajo por hacer.
Los momentos clave del ciclismo femenino
En los últimos años, por ejemplo, ha habido varios momentos en los que el ciclismo femenino ha recibido una buena cobertura televisiva: el Women's World Tour se ha disparado de 34 días de competición en 2016, a más de 80 en 2023. Este drástico incremento pone de manifiesto el valor que han adquirido las competiciones femeninas, aunque todavía queda muy lejos del prestigio que gozan las competiciones masculinas. Así que empecemos con algunos hitos de la historia reciente del ciclismo profesional. En 2018, la UCI sentó las bases para una mayor equidad en la remuneración de las atletas del circuito profesional, con la introducción de un sistema salarial de dos niveles, comenzando con un salario mínimo anual de 30 000 € para las mujeres en el World Tour. Todavía queda un largo camino por recorrer, pero se ha dado un paso en la dirección correcta.
Convertirse en madre no debería ser un obstáculo.
Otro tema delicado, pero específico en el ámbito femenino es la maternidad. En 2018 Lizzie Deignan anunció que estaba esperando un hijo y después de que el equipo le informara que no la apoyarían, la ciclista británica decidió cambiar de color y aterrizó en el Team Trek-Segafredo, quien le hizo un contrato, imaginaos, cuando estaba embarazada de seis meses. En 2019, Lizzie volvió a competir a niveles iguales, si no mayores, que antes de la maternidad. No fue la primera mujer en experimentar un embarazo durante su carrera deportiva, pero la forma en que Trek-Segafredo la apoyó no tenía precedentes. En 2020, la UCI, por primera vez en la historia del ciclismo femenino profesional, introdujo una cláusula de licencia por maternidad: esto permitía a las ciclistas profesionales un «permiso» de tres meses con derecho a recibir su salario completo, después de un período de otros cinco meses a medio sueldo. Sin embargo, esta regla no se aplica a las mujeres profesionales que trabajan por cuenta propia y a aquellas chicas que participan en equipos ProTour o Continental. Los salarios mínimos y los derechos se han introducido principalmente en el nivel superior del «grupo» y tal vez incluso en el mundo de élite su implementación no siempre es obvia. Mientras tanto, Lizzie Deignan, del equipo Trek-Segafredo, dio a luz a su segundo hijo y, aun así, extendió su contrato por dos años con el equipo, mucho más allá del embarazo y la licencia baja por maternidad.
Visibilidad de los medios
Otro tema importante se refiere a la cobertura en los medios. En 2020, el Women's WorldTour contó con 21 eventos de ciclismo de ruta, mientras que el Men's World Tour contó con la friolera de 36. Estas carreras no necesariamente se televisan en su totalidad, ya que la UCI estipula que se deben transmitir al menos 45 minutos de cobertura en vivo para que una carrera califique para el estatus de Women's WorldTour. El incumplimiento de esta regla dará lugar a sanciones para los organizadores. Hay que decir que esta nueva regla ha aumentado considerablemente el número de espectadores lo que también ha elevado el perfil de la disciplina, atrayendo inevitablemente a más patrocinadores. La brecha entre el ciclismo femenino y el masculino todavía existe, en términos de salario y cobertura, pero cada año es más pequeña, y eso es algo maravilloso.
¿El futuro? Hacer del ciclismo parte de la vida cotidiana
Por tanto, está claro que el ciclismo está acelerando la igualdad de género, pero aún queda mucho camino por recorrer y no debemos olvidar que la profesionalidad es solo un aspecto de ello. Ir en bicicleta todos los días, pedalear en nuestros desplazamientos diarios, son aspectos esenciales para que la bicicleta se convierta en parte integral de nuestra sociedad, para todos, no solo para unos pocos. En algunos de los principales países ciclistas del mundo, como los Países Bajos, Dinamarca o Alemania, las mujeres representan más de la mitad de los que montan en bicicleta, y cuando observas los países que producen la mayor cantidad de profesionales, esos mismos países están en la cima de la lista. Es la libertad lo que determina la igualdad de género y creo que no importa a quién le preguntes, el ciclismo es un medio importante para lograr la libertad. La bicicleta te permite viajar solo, sin depender de horarios, y sin una carga económica excesiva y, al mismo tiempo, mejora tu salud tanto física como mental. Una expresión de libertad multinivel, naturalmente acompañada de ropa adecuada y específica para la práctica.
El armario adecuado
La ropa de ciclismo también puede ser una excelente manera de enviar mensajes de igualdad. La equipación que lució el equipo Trek-Segafredo en el último Tour de Francia se creó para transmitir un mensaje potente: las prendas del equipo eran idénticas tanto para hombres como para mujeres, con un diseño que aunaba los colores elegidos por los dos equipos. La imagen se basó en un entretejido horizontal de rojo, el símbolo del equipo masculino, y azul, el símbolo del equipo femenino: estos colores permanecieron separados para indicar las dos identidades diferentes, pero se fusionaron en el centro para representar el valor igual de los dos equipos.
Es un ciclismo que inspira el cambio social
Cuanto más veamos mujeres en el ciclismo, más niñas lo verán como una posibilidad concreta de lograr algo que a ellas también les gustaría practicar. Por ejemplo, vivo cerca de una madre con su hija: la niña, cuando me ve salir, siente mucha curiosidad por mi bicicleta y le gusta mirarla, y a veces le dice a su madre: «¡Qué bonita es!». Un día incluso me siguió por las escaleras mientras llevaba mi bicicleta a casa. Aunque parezca insignificante, por primera vez sentí que podía inspirar a alguien a montar en bicicleta, y fue emocionante. Y cuando estuve en París el año pasado para el Tour de France Femmes, realmente me sentí en el centro de una gran acontecimiento. Nunca he seguido muy de cerca el ciclismo profesional, pero al ver a las mujeres correr a mi lado, todas tan fuertes y resistentes, me sentí inmersa en su triunfo. Cuantas más mujeres estén en el mundo del ciclismo, ya sea en la televisión recorriendo los Campos Elíseos o pedaleando para hacer recados en la ciudad, más mujeres y niñas se sentirán inspiradas para hacerlo. Y eso es lo único que importa.
